Apelar a la “voluntad popular” o erigirse como representante
de la misma, ha sido durante siglos el origen de las más feroces dictaduras y
en muy pocas veces, de procesos transicionales hacia sistemas democráticos con
una sólida participación ciudadana.
IPCN.- La rendición de cuentas, no debe ser una concesión graciosa de los gobernantes: es su obligación y un derecho de la ciudadanía. |
El populismo se nutre de la ignorancia del pueblo y exacerba
sus mitos y creencias, lo que permite juntar una fuerza descomunal que arrasa
todo lo que se le ponga enfrente como el “enemigo” identificado.
Apelar al pueblo, como poder soberano, no requiere de un
elaborado discurso, sino de un discurso demagógico que ofrezca “Pan y Circo”;
las masas al saciar su hambre y su fuerzas lúdicas se ponen a dormir hasta que
de nuevo el hambre y el deseo las despierta. Pensemos en Nerón o en Hitler que
elaboraron discursos gloriosos sobre el futuro del pueblo, mientras les tiraban
el pan al piso y los divertían de manera grotesca: primero asesinando
cristianos en los circos romanos y luego en los hornos crematorios de la
Alemania nazi.
En nuestro país, respetando tiempos y espacios, nuestros
políticos, ya sean representantes del ejecutivo, del judicial o del
legislativo, en menor medida, pero con la misma técnica, apelan al populismo
para acrecentar su poder, mientras adormecen y manipulan a las masas con “Pan y
Circo”; nunca las educan, simplemente exaltan sus miedos producto de la
ignorancia; porque saben, que la educación libera al hombre.
Por supuesto, como en todo fenómeno físico o social, existen
posiciones, fuerzas, diferencias que dialécticamente nutren los fenómenos:
contra el populismo se levanta la democracia participativa.
IPCN. Necesitamos construir una ciuda-
danía proactiva, que exija la rendición
de cuentas y que también cumpla con sus
obligaciones
|
La democracia participativa, reconoce las insuficiencias de
las masas y por ello, se construye en el aprendizaje y la participación activa
de todos los ciudadanos; desmontando así los mitos, los tabúes y creando un
conocimiento colectivo que permite un debate racional y propuestas de solución
de los conflictos; no medra, ni negocia los problemas: los resuelve.
Por el contrario, en el populismo, el “único” conocimiento
es el del líder, el cual, sus corifeos se encargan de repetirlo mil veces para
que se construya como una “verdad” para las masas alienadas. Goebbels, el
secretario de propaganda de Hitler descubrió que si el aparato del Estado o del
Partido, utiliza toda la maquinaria propagandística para decir mil veces una
mentira, ésta terminaba convirtiéndose en una verdad.
Los Estados modernos, les resulta ahora más fácil, teniendo
los medios de comunicación de masas y las nuevas tecnologías informáticas de la
comunicación a su favor, de crear “realidades” alternas.
Frente a los mecanismos de “control” por parte del “aparato”
o de los líderes demagogos y corruptos, se presentan corrientes “ciudadanas”
que también luchan en el campo de la “información”, ya sea utilizando las
“redes sociales” o los clásicos medios de comunicación contrarrestando el
discurso hegemónico que sólo alude al poder autoritario: para él, las masas no
piensan, se controlan y se domestican.
Un campo fértil para todo tipo de manipulación es el de la
ecología. El capitalismo financiero de las últimas décadas que creció bajo la
ideología de que a mayor desarrollo, mayor igualdad económica entre la
población, sólo vino a demostrar que éste se concentra más en unas cuantas
manos y se lanza a la pobreza a la gran mayoría de la gente. El desarrollo se
volvió un desarrollismo rapaz y ecocida que expuso toda la vulnerabilidad de la
especie humana ante fenómenos meteorológicos descomunales. El calentamiento
global es el resultado de la producción industrial humana de gases de tipo
invernadero. Los focos rojos están prendidos, y metafóricamente el Reloj del
Apocalipsis, que desde 1947, los científicos atómicos de la Universidad de
Chicago, tiene prendido y que marca el fin del mundo, no se ha detenido y mucho
menos retrasado, su última corrección hecha el 19 de enero del 2015, se corrió
de cinco minutos para la medianoche a sólo “tres minutos” para el “Juicio
Final”
A pesar de esa desesperanzadora visión del mundo, hay otra
más luminosa que tiene que ver con un mundo organizado bajo un desarrollo
sustentable, la igualdad de los géneros y el fortalecimiento de las
ciudadanías; deshaciéndose del Estado como feroz Leviatán que disciplina
coercitivamente al hombre y construyendo sociedades democráticas altamente
participativas.
Mientras eso sucede, la apuesta está en seguir educando a la
población en su conjunto para consolidar una ciudadanía que tiene derechos y
también obligaciones para con los demás; destruyendo mitos e ignorancia,
rompiendo liderazgos autoritarios, demagógicos y propensos a la corrupción.
Montado en un discurso “ecologista” el Partido Verde y
muchos líderes de izquierdas y de derechas, azuzan a la gente, sin dar una
respuesta de “cómo” resolver nuestros graves problemas económicos de
desarrollo. Sobretodo, porque desde la época de López Portillo, se abandonó el
desarrollo equilibrado de la ciudad y del campo, y se privilegió una economía
petrolizada debido a grandes reservas petroleras que por ese entonces existían.
Ya sabemos que las reservas se están agotando y que el consumo de energías
“sucias” destruyen más el medio ambiente.
Por eso, la demagogia ecologista, ahora se “lanza” contra
todo, porque sabe que la semilla del “terror” está sembrada y puede dar frutos,
no para un desarrollo sostenible, sino para su riqueza personal. ¿Alguien sabe
a cuantos millones de pesos asciende la fortuna del niño verde, dueño del
partido Verde Ecologista? ¿Alguien sabe cuanto ganan las familias de los líderes
ecologistas que medran del miedo de la gente?, pocos lo saben, pero deberían
también transparentar la forma en que se vuelven diputados, senadores, sus
conflictos de interese, los miembros de sus familias acomodados en el “aparato
burocrático”, las plazas de maestros obtenidas o concesiones de placas de taxis
o de lo que sea que han negociado a la espalda de las masas que dicen
representar y con esa información sabremos si son honestos y realmente les
interesan los derechos humanos en materia de ecología o es un “negocio más”.
Un tema que cruza la república es el uso de energías limpias
o por lo menos no tan contaminantes, pero que además, económicamente sean
factibles de utilizar masivamente. Por lo tanto, para este ejercicio
descartemos la energía solar, la eólica, la cinética de las mareas y la de
“fusión” nuclear, no la de “fisión”, la fusión ocurre en las estrellas y se le
comprende como una energía limpia, pero difícilmente de lograr con la
tecnología actual.
A nivel realmente masivo y comercial, la energía que se
utilizan en los procesos industriales siguen siendo la que se obtiene de los
derivados del petróleo, la que se produce en las hidroeléctricas y el uso del gas natural.
Comento lo del gas “natural”, que es el tema que más me ha
llamado la atención por la polarización de actitudes creadas en el ambiente
ecologista y donde se dice todo, acrecentando el terror, menos para tomar una
respuesta racional y objetiva al problema.
Dejo en claro que el uso de todo tipo de substancia o
proceso que genere energía, sino se le usa de manera responsable, resulta un
peligro para la seguridad de las personas; luego entonces, tenemos que
constituir una serie de normas, de medidas, que hagan su uso lo más seguro
posible. Por ejemplo si hablamos de felinos, no tratará igual a un gatito que a
un León, cada cosa exigirá ciertas medidas de protección para que no nos hagan
daño.
Por ello cuando hablamos de gases, necesitamos si no
queremos vivir en la ignorancia y dejar que otros nos engañen, los demagogos
ecologistas por ejemplo, que gases son desde el complejo aire que respiramos
hasta los gases de mostaza que se han utilizado como armas mortíferas en las
guerras. Reduciendo el ejercicio a los gases comunes que utilizamos para
generar energía, lo común es que utilicemos el Gas Líquido de Petróleo o
simplemente “LP” o el gas natural. Ambos son incoloros, no tienen olor y hacen
combustión, de la cual, al producir calor, se utiliza para todo proceso
productivo, casero o industrial, que requiere de esa energía calorífica.
PEMEX, nuestra empresa petrolera y experta en la materia,
nos dice de que está compuesto el gas natural y el LP, estas son las
direcciones electrónicas para leerlas y aprender más: http://www.gas.pemex.com/NR/rdonlyres/1D3E1128-E8A5-4CD1-B04C-DBC7CEFC0592/0/msdsgasnatural_02.pdf
que señala las cualidades del gas natural; y la siguiente del gas LP: http://www.gas.pemex.com/NR/rdonlyres/D3D851A9-FDE6-4F68-8FD1-3CC6E50163E4/0/HojaSeguridadGasLP_v2007.pdf
Por lo tanto le suplico que lea la información y que nadie
abuse de su ignorancia; además, es necesario saber que para muchos procesos
industriales existen “normas oficiales mexicanas” hechas por expertos y
aprobadas para garantizar su uso con el mayor nivel de seguridad posible.
Para la construcción de gasoductos existe varias normas
oficiales y una de ellas y la más importante es la NOM-007-SECRE-2010, cuya
dirección es http://www.cre.gob.mx/documento/1970.pdf
, en la cual, si usted la lee, podrá darse cuenta que tiene todas las medidas
de seguridad para construir los ductos que transportan gases, brindando, perdón
por la redundancia, la máxima seguridad a la población usuaria.
Cuando los demagogos ecologistas, denuncian que los
“gasoductos” son bombas de tiempo y no le dicen a la gente que tipo de gas se
transporta ni que leyes regulan la construcción de ductos, lo hacen para abusar
de la ignorancia de la gente, hacerla que se manifieste y “negociar” el movimiento.
Lo correcto y democráticamente posible es organizarse en un
comité o contraloría ciudadana; exigir inmediatamente toda la información del
proyecto, aprenderse las normas oficiales mexicanas que regulan el proceso y
hacer que se cumplan a cabalidad, evitando con ello que se manipule la real
preocupación de la gente o se impida irracionalmente un proceso de desarrollo
que utilice de mejor manera energías limpias.
Un dato que aprenderá con las normas es que el Gas Natural
que produce la naturales y que está compuesto hasta en un 95% de metano, es más ligero que el aire, por lo que
tiende a flotar y dispersarse en la atmósfera, mientras que el gas LP, que está
compuesto hasta en un 80% de butano y propano y se extrae del petróleo, pesa más que el aire, por lo que se va al piso y forma nubes de
vapor más explosivas. Esa diferencia específica hace que uno y otro tengan
medidas de seguridad diferentes y que sus riesgos son también diferentes.
Esto no lo dicen los ecologistas, porque saben que si la
ciudadanía lo aprende se les acaba el negocio del terror de imágenes
“ecocidas”; no dudo ni tantito, que estos “líderes” cuando vayan a Estados
Unidos o a Europa de paseo con los recursos negociados de las movilizaciones,
prendan en esos lugares estufas o calentadores que utilizan ¡Gas natural!
Por esto, resulta grave, que los políticos de toda laya
recurran al populismo, saquen firmas engañando a la gente y generen miedos que
no tienen razón.
En este momento crítico del desarrollo planetario,
necesitamos usar cada vez más energías limpias, y una de ellas es el “Gas
Natural” y la energía eléctrica generada por el uso racional y responsable del
agua, en la hidroeléctricas de “cortina baja” como se están haciendo en otros
países.
Finalmente el desarrollo sustentable y respetuoso del medio
ambiente es más fácil lograrlo con una democracia participativa y responsable
que con las presiones de líderes mesiánicos, corruptos y demagogos que
exacerban la ignorancia y los miedos de las masas y las llevan al
enfrentamiento irresponsablemente; por lo tanto el dilema no es: gasoducto si o
gasoducto no: El dilema a resolver es: cómo construir los gasoductos con los
más altos estándares nacionales e internacionales de seguridad y utilizar la
energía que producen para el mayor bien común en medio de un desarrollo
sostenible. ¡Hic Rodhus, hic salta!
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