Cuando
se asevera que México tiene como principal problema el de la corrupción, se
dice, porque su Poder Judicial, encargado de hacer que las leyes se respeten,
simplemente es: ¡Corrupto!
Por
supuesto que las generalizaciones son erróneas, hay y debe haber jueces y
magistrados honorables que actúan de manera honesta en la aplicación de la ley
y que luchan denodadamente en contra de la cultura de la corrupción para hacer
que prevalezca la justicia y el respeto al Estado de Derecho.
Un
caso explosivo, mediáticamente hablando, en el mundo internacional fue el de la
francesa Florence Cassez, donde personeros de la PGR, Televisa y demás jueces
que llevaron su caso, se plegaron a los deseos de Felipe Calderón y montaron un
espectáculo que nada tiene que ver con el Derecho Humano del debido proceso…
cambiando el régimen, la Suprema Corte, palabras más o palabras menos,
sentenció que la soltaran y la dejaran en libertad ante tanto atropello atizado
desde la presidencia de la república de calderón(así todo con minúsculas).
En
un comentario de hace un me sobre el Partido de la Revolución Democrática, que
titulé “Cochinos, pero no trompudos”, analice los errores cometidos por el PRD
en su proceso de elegir a sus dirigentes e integrantes de sus demás órganos de
dirección estatal, como lo es el Consejo Estatal. Ahí señale que los
magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz, doblándose a las
órdenes de Duarte, integraron un consejo espurio con el fin de romper la
alianza electoral entre el PRD y el PAN, el consejo de marras lo integraron con
gente extraña que ni siquiera participó en el proceso electoral interno del
partido; la cochinada es más obvia, toda vez que consta en autos y fue señalada
como prueba, la lista original de quienes resultaron ganadores para integrar
legal y objetivamente el Consejo del PRD.
Obviamente,
el consejo esclavo, tenía que obedecer a su patrón, por lo que inmediatamente:
defenestraron al presidente Juan Vergel y rechazaron la alianza que les ordenó
Duarte que hicieran. El presidente del consejo impuesto, Sergio Rodríguez, más
conocido en Chiapas por sus acciones porriles y su adicción al PRI, se regodeó
de sus hazañas disolventes y por la noche dio el parte a su patrón. ¡La alianza
está quebrada!
Cierto,
los efectos de una alianza como elemento táctico, habían desaparecido, que son
la sorpresa frente al adversario y la real suma de fuerzas frente a otra mayor…
estuvo todo tan manoseado que llegó un momento en que los propios candidatos ya
no la querían. Cuando los sumisos miembros del consejo presidido por Montes de
Oca y Sergio Rodríguez, votaron (hubieran visto la miseria intelectual y la
cara idiotas de esos electores votando todo u-n-a-n-i-m-e-m-e-n-t-e) ya todo
estaba consumado.
Ahora,
es un atisbo de racionalidad jurídica, los magistrados de la sala regional del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resolvieron 62 juicios
para la protección de los derechos políticos electorales que interpusieron los
perredistas que fueron excluidos, por órdenes de duarte del consejo patito, de
manera favorable a sus intereses, es decir: ¡Tendrán que ser integrados
correctamente al Consejo Estatal y con ello, de nueva cuenta, cambiará la
correlación de fuerzas!
El
juicio rescatable de la resolución es que para los magistrados del TRIFE: “no
pasa desapercibido para este órgano jurisdiccional que existió cierto descuido
en el manejo de los expedientes”; traducido al lenguaje porcino, diría: ¡Sean
cochinos pero no trompudos!
¿Cómo
se puede calificar el descuido de los magistrados empleados de duarte en la
resolución que creó el consejo patito? ¿son ineptos, incompetentes? ¡No, son
corruptos! Aceptan sentenciar, torciendo la verdad jurídica, por orden del gobernador.
¡Ojalá
que el PRD lleve el caso ante el Consejo de la Judicatura y de ese modo se
exponga por lo menos a estos magistrados venales y que los órganos internos del
PRD investiguen la colusión de los seudo-dirigentes con el gobernador para
expulsarlos definitivamente del partido ¡Cuánto daño hacen a la izquierda en
general!
Finalmente,
la dura lucha interna del PRD no está concluida; esa debilidad permite que el
gobierno les trasiegue el trasero, los humille, los corrompa. El PRD está
perdido en su ignorancia ideológica y programática; en su abandono orgánico y
su falta de estrategia electoral.
La
constitución del nuevo Consejo, debe ser la oportunidad de iniciar la real
construcción de la izquierda perredista veracruzana; primero, discutiendo y
aprobando un código ético político que marque la diferencia con la corrupción
imperante, donde cada uno de los dirigentes haga transparente su patrimonio
familiar y se comprometa, so pena de que le sea revocado el mandato, a cumplir
un programa social y democrático: ajustarse al Estado de Derecho; segundo, a
presentar de manera conjunta el programa mínimo de gobierno municipalista y la
agenda legislativa, con tres componentes: presupuestos participativos y control
societal, rendición de cuentas y revocación del mandato; y tercero, aunque
puede haber más: una conferencia estatal de organización que ordene los comités
municipales, antecedida por una campaña estatal de educación ético-política.
No
puedo dejar de alegrarme por el sopapo que los magistrados del TRIFE le dieron
a los del TEEV ¡Que vergüenza!
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